Toda la noche anterior lloviendo. Por la mañana, lloviendo. Tras colocarnos el chubasquero con la capucha por debajo del casco, o un gorro de ducha por encima, nos ponemos en camino.
Camino como siempre con repechos duros. Y además hoy con barro, que nos llega hasta las cejas (literalmente).
Después de más o menos una hora y media, y con los pies más fríos que el Yeti, hacemos la primera parada en Arzua. Allí tomamos un cafetito caliente, y como seguía diluviando, decidimos continuar un ratito por asfalto, para pasar mejor el día, ya que un par de veces estuvimos a punto de quedarnos atrapados en el fango.
Unos kilómetros más adelante, y queriendo salir el sol entre esos pedazos de nubes negras, decidimos coger nuevamente el camino, ya que había dejado de llover.
De nuevo una subida larga y bonita hasta Lavacolla, donde decidimos tirar ''a tope'' hasta Santiago para comer allí.
Aunque aún nos quedaba la subida al Monte del Gozo. Todo asfalto. A estas alturas chupado. Si no se te sale la cadena en el momento más inoportuno, claro.
Ya arriba una especie de monumento feo y la meta no se ve muy clara del todo, pero lo importante es que ya está.
Ya sólo queda la bajada y entrar en la ciudad, llegar al Obradoiro y entonces ya si, ¡¡¡FIN DE LA AVENTURA!!!
Kcal.: 2361
Tiempo: 3:56
Distancia: 57





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